viernes, 29 de noviembre de 2013

MIS RESPUESTAS AL CUESTIONARIO DEL PAPA

Pasado prácticamente un mes desde la aparición del cuestionario con el que el papa Francisco desea conocer la opinión del conjunto de obispos, parroquias y cristianos de base, acerca de un conjunto de temas de suma importancia para la preparación del Sínodo Extraordinario sobre pastoral familiar que tendrá lugar el próximo año, nada se sabe aún sobre cómo la Iglesia española en general, y nuestra diócesis más concrétamente en particular, piensan articular el mismo. Entiendo que lo harán como siempre, es decir, circunscribiendo las respuestas a la doctrina oficial y las opiniones externas al círculo habitual. Pero como interpreto los gestos que hasta ahora está llevando a cabo el papa como el reflejo de que el “Nosotros” es en él algo más que una palabra vacía de contenido; y como entiendo que el conjunto de los fieles no somos solamente el objeto sino también el destinatario de esas preguntas, me decido a publicar mis repuestas por si a alguien le interesa.


SOBRE LA DIFUSIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA Y DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA SOBRE LA FAMILIA.
1.- ¿Cuál es el conocimiento real de las enseñanzas de la Biblia, de la “Gaudium et Spes”, de la “Familiaris consortio” y de otros documentos del magisterio postconciliar sobre el valor de la familia según la Iglesia Católica? ¿Cuál es la formación de nuestros fieles para la vida familiar según las enseñanzas de la Iglesia?
Ciertamente es un conocimiento bastante malo, por no decir inexistente. En general, el lenguaje de los documentos eclesiales no ayuda a hacerlos comprensibles. Si a ello unimos que los dos documentos que se citan expresamente tienen casi cincuenta años uno y más de treinta el otro, estamos ante una constatación más de que en las últimas décadas ha ido creciendo de forma exponencial la ruptura entre la doctrina oficial y el sentir mayoritario de los y las creyentes. Creo sinceramente que nadie duda en otorgar a la familia el valor inestimable que realmente tiene, así como tampoco se puede obviar el déficit de formación que los fieles tenemos, pero lo cierto es que la Iglesia encuentra grandes dificultades en acomodar sus enseñanzas dentro de la realidad social que nos ha tocado vivir.
2.- Allí donde la enseñanza de la Iglesia es conocida, ¿es aceptada integralmente? ¿Hay dificultades en ponerla en práctica? ¿Cuáles?
Pues sinceramente creo que no, que no es aceptada. Los tiempos han cambiado mucho, muchísimo, en poco tiempo en todo lo relacionado con la familia, el matrimonio, la procreación. Prohibición y pecado son los dos pilares básicos en los que se asienta una pastoral familiar, a la que se ha hecho girar en torno al uso o no de preservativos, en torno a la prohibición de las relaciones sexuales antes del matrimonio y en torno a una castidad mal entendida que interpreta todo lo relativo al sexo como pecaminoso. Cuando lo más sagrado está en juego, no podemos permitirnos “cuidar” la vida repitiendo esquemas del pasado. Tengo el firme convencimiento de que el Espíritu de la Vida no puede ser encerrado en una doctrina o en un texto que lo encorsete.
3.- ¿Cómo es difundida la enseñanza de la Iglesia en el contexto de los programas pastorales en el ámbito nacional, diocesano, parroquial? ¿Qué catequesis se hace sobre la familia?
Algo reseñé ya en la respuesta anterior. Creo que el planteamiento nace erróneo ya en su raíz al plantear la familia cristiana como la única posible frente a otras formas de familia, y además planteando un modelo de familia cristiana muy concreto y generalmente vinculado a los nuevos movimientos cristianos. Existen algunas realidades parroquiales que, optando por una catequesis sobre la familia más cercana a compartir una experiencia que a la imposición de una doctrina o la asunción de un recetario, constatan que la pastoral familiar debe basarse en el respeto, la libertad y la acogida y no en el adoctrinamiento y la prohibición.
4.- ¿En qué medida –concretamente sobre qué aspectos- tal enseñanza es realmente conocida, aceptada, rechazada y/o criticada en ambientes extra eclesiales?  ¿Cuáles son los factores culturales que obstaculizan la plena recepción de la enseñanza de la Iglesia sobre la familia?
Los rápidos cambios en poco tiempo han ido construyendo una sociedad que culturalmente ya no refleja lo que la Iglesia como institución ha venido defendiendo históricamente. Mientras la Iglesia siga utilizando “verdades” y “normas” antes que palabras de aliento y misericordia, seguirá poniéndose obstáculos para la vida en sociedad. Defender los valores de la familia cristiana no puede suponer atacar otras formas de vida u otros modelos de familia.

SOBRE EL MATRIMONIO DE ACUERDO CON LA LEY NATURAL
5.- ¿Qué lugar ocupa el concepto de ley natural en la cultura civil, tanto en ámbito institucional, educativo y académico, como en ámbito popular? ¿Qué ópticas antropológicas se sobreentienden en este debate sobre el fundamento natural de la familia?
La idea misma de “ley natural” implica, como supuesto previo, que existe una naturaleza común y esencial que es igual en todos los seres humanos, independientemente de las condiciones históricas y culturales. Dudo mucho que las exigencias de la moral católica (o de cualquier otra) formen parte de ese corpus de cosas naturales y esenciales. En este sentido y con respecto a la primera pregunta, creo que en la práctica totalidad de esos ámbitos y otros el concepto de “ley natural” ya no ocupa ningún lugar.
Sobre la segunda cuestión puedo responder sobre mi propia óptica. La familia ha sido el ámbito en el que me he educado en la Fe, el respeto, la acogida. El ámbito en el que me he desarrollado como persona y así intentamos que sea la que nosotros hemos formado; orientada a la vida y a la construcción de una sociedad más justa; fundada sobre la base de personas que se aman y que deciden vivir una vida en común teniendo como referencia ética libremente adoptada el Evangelio de Jesús.  Creo que sin familia no existiría sociedad y por eso es necesario que sea una institución reconocida en el ordenamiento jurídico.
6.- El concepto de ley natural con relación a la unión entre el hombre y la mujer ¿es comúnmente aceptado como tal de parte de los bautizados en general?
En tanto que la unión entre un hombre y una mujer responde a la ley natural tal como la consideré en la respuesta anterior, sí. Con idéntica consideración, responden a la ley natural otro tipo de uniones que son aceptadas por un número no menor de bautizados pese a que la Iglesia las condena al fuego eterno, entrando en contradicción con la “ley natural” que se reseña en la pregunta, que Santo Tomás consideraba “una apelación a la conciencia y a la libertad”.
7.- ¿Cómo es contestada en la práctica y en la teoría la ley natural sobre la unión entre hombre y mujer en vistas de la formación de una familia? ¿Cómo es propuesta y profundizada en los organismos civiles?
Los organismos civiles amparan y respetan las uniones entre dos personas que derivan en la formación de una familia, ya sean religiosas, civiles, de hecho. Lo que creo que es un reduccionismo empobrecedor es que la Iglesia no reconozca otra cosa que la unión matrimonial sacramental. Ante nuestros ojos el modelo familiar está cambiando constantemente. Familias sin hijos, familias monoparentales, familias con hijos/as de diversos padres/madres, familias de personas del mismo sexo. Creo que en el sistema económico actual bastante tenemos con vivir cada día y salir adelante, como para que la Iglesia hable mal de las nuevas formas de familia. Me atrevo a utilizar en este contexto las palabras de Francisco, “Evangelio antes que doctrina”.
8.- En el caso de que pidan el matrimonio los bautizados no practicantes o quienes se declaran no creyentes, ¿cómo afrontar los desafíos pastorales que deriven de ello?
Creo que el desafío de la pastoral familiar, como el de cualquier otro tipo de pastoral, está en alcanzar el trato lo más personalizado posible con el destinatario de la acción. Proponer y no imponer, porque la imposición es lo más alejado del Evangelio, con seguridad ayudaría a conocer las razones de un bautizado para no practicar y las de un no creyente para declararse como tal. Superar los desafíos pastorales que se le presentan a la Iglesia tiene mucho que ver, por tanto, con su capacidad para proponer su modelo de vida matrimonial, de educación de los hijos/as y de vida cristiana, al tiempo que respeta otros modelos. Y todo ello en un contexto social en el que la Iglesia no debería dictar sino acompañar.

LA PASTORAL DE LA FAMILIA EN EL CONTEXTO DE LA EVANGELIZACIÓN
9.- ¿Cuáles son las experiencias surgidas en los últimos años en orden a la preparación al matrimonio? ¿De qué manera se ha intentado estimular el deber de evangelización de los esposos y de la familia? ¿De qué manera promocionar la conciencia de la familia como “Iglesia doméstica”?
La experiencia que conozco más directamente y de la que puedo hablar es la de mi parroquia. La preparación al matrimonio se afronta con encuentros personales en los que el objetivo es compartir una experiencia de convivencia desde la Fe. Puedo asegurar en primera persona que muchas veces surgen experiencias profundas de convivencia previas a una unión matrimonial que la Iglesia no siempre tiene en cuenta. Evidentemente es una acción condicionada por el modo de vivir la Fe de quien lo comparte. En este punto creo que hay que considerar la imagen que llega a la sociedad, tamizada la mayoría de las veces por el error de entender las familias cristianas únicamente desde una óptica, pues existe un cliché determinado sobre lo que significa la familia cristiana alentado desde una parte de la institución eclesiástica de forma interesada.
10.- ¿Se ha conseguido proponer estilos de plegaria en familia que consigan resistir a la complejidad de la vida y cultura actuales?
No puedo responder a esta pregunta. Con total sinceridad, no rezamos en familia y no por ello me siento menos creyente.
11.-  En la crisis actual entre generaciones, ¿cómo las familias cristianas han sabido realizar la propia vocación de transmisión de la Fe?
Entiendo la trasmisión de la Fe a través del ejemplo de vida conforme a un conjunto de valores que sirven para la convivencia y que tienen su fundamento ético en el Evangelio. Así he crecido en el seno de mi familia de niño y así intentamos que sea la que nosotros hemos formado. Creo que la propuesta de familia cristiana sigue teniendo validez en la sociedad actual, dentro del conjunto de las distintas propuestas culturales y sociales. Y más validez tendrá en tanto en cuanto seamos capaces de trasmitir una experiencia normalizada de vida en sociedad, incardinados en el mundo que nos ha tocado vivir y no contra él.
12.- ¿En qué manera las iglesias locales y los movimientos de espiritualidad familiar han sabido crear caminos ejemplares?
Creo que del tono de lo contestado hasta ahora se desprende que considero que todas las respuestas son válidas y efectivas en mayor o menor medida. El riesgo está en creer que existe un único camino válido para una familia cristiana y que ese camino es el propio.
13.- ¿Cuál es la aportación específica que parejas y familias han conseguido dar respecto a la difusión de una visión integral de la pareja y de la familia cristiana que sea actualmente creíble?
El ejemplo de vida. El ejemplo en la forma de vivir una vida incardinada en su tiempo.
14.- ¿Qué atención pastoral ha manifestado la Iglesia para apoyar el camino de las parejas en la formación y de las parejas en crisis?
Creo que como en tantas otras cuestiones la Iglesia ofrece una doble respuesta. La respuesta de la institución y la respuesta individual. La respuesta de la institución en la formación es adoctrinamiento y en las crisis vacío, soledad y desamparo. La respuesta individual de algunos/as consagrados/as y/o laicos se acerca más en lo personal al amor, la comprensión, el perdón mutuo, la reconciliación y, en su caso, el acompañamiento en los momentos duros y difíciles de un divorcio o una separación. 

SOBRE LA PASTORAL PARA AFRONTAR ALGUNAS SITUACIONES MATRIMONIALES DIFÍCILES
15.- La convivencia “ad experimentum” (experimental), ¿es una realidad pastoral de relieve en la Iglesia particular (local)? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente?
Desde luego que no es una realidad pastoral, desgraciadamente. En cambio es una realidad social frente a la que la Iglesia hasta ahora sólo ha sabido responder con la negación.  No creo que el número importe. Una sola pareja que decidiese compartir su vida “ad experimentum”, como se define en la pregunta, debería ser importante para la Iglesia, porque donde hay Amor hay Sacramento y no siempre donde hay Sacramento hay Amor, por canónicamente casados que estén.
16.- ¿Existen uniones libres de hecho, sin reconocimiento ni religioso ni civil? ¿Hay datos estadísticos fiables?
Desde luego que existen. Es una realidad totalmente asentada en la sociedad actual
17.- Los separados y divorciados que se vuelven a casar ¿son una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente? ¿Cómo se afronta esta realidad a través de programas pastorales adecuados?
Son una realidad bastante relevante. Otra cosa es que lo sean pastoralmente, como en la pregunta referida a la convivencia experimental. Pese a la respuesta individualizada de acompañamiento de no pocos sacerdotes, la respuesta de la Iglesia institución acaba por empujar al abandono de la práctica a la mayoría. Las trabas canónicas para quienes han visto fracasado su matrimonio y quieren rehacer su vida provocan que la Iglesia añada dolor al dolor.
18.- En todos estos casos, ¿cómo viven los bautizados sus irregularidades? ¿Son conscientes de ellas? ¿Manifiestan simplemente indiferencia? ¿Se sienten marginados y viven con sufrimiento la imposibilidad de recibir los sacramentos?
Definir como “irregularidades” realidades vitales por las que muchas personas creyentes  pasan, proporciona un perfil aproximado del tipo de preguntas que la Iglesia sigue haciendo empeñada en la búsqueda de respuestas que se adecúen a lo que quiere oír, no a lo que realmente preocupa y ocupa a los bautizados. Dicho esto, claro que estas personas se sienten marginadas y fruto de esa sensación de abandono acaba apareciendo la indiferencia.
19.- ¿Cuáles son las peticiones que las personas divorciadas y vueltas a casar dirigen a la Iglesia, respecto a los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación? Entre las personas que se encuentran en esta situación, ¿Cuántas piden estos sacramentos?
Desconozco directamente cuáles puedan ser las peticiones concretas de divorciados vueltos a casar con respecto a esos Sacramentos, pero intuyo que no muy diferentes a las de cualquier otro creyente. Negar el sacramento con la excusa de la licitud moral de una opción tomada y vivida, en la mayoría de los casos, como una experiencia dolorosa no parece el mejor camino para ayudar a superar un fracaso.
20.- ¿La simplificación de la praxis canónica, respecto al reconocimiento de la declaración de anulación del vínculo matrimonial podría ofrecer una real contribución positiva para la solución de los problemas de las personas implicadas? En caso afirmativo, ¿de qué manera?
En una ocasión escuché a un responsable de un tribunal diocesano que dirime estos asuntos decir que la Iglesia en estos procesos no anula, si no que declara nulo. Remarcaba la diferencia  en que si se anula algo, se da por hecho que ese algo ha existido en algún momento. Declarando nulo algo se niega de raíz, y también de pleno derecho, el hecho mismo de su existencia. Parece que la Iglesia necesita borrar los “pecados” en lugar de perdonarlos, más aún parece que sólo admite “a los sin mancha” en lugar de cobijar a todo aquél que siente la necesidad de abrigo. Si la única solución es “simplificar la praxis canónica”, bajo ese eufemismo  se esconde la incapacidad para llegar a las periferias y se antepone la doctrina al Evangelio.
21.- ¿Existe una pastoral para acercarse a estos casos? ¿Cómo se desarrolla tal actividad pastoral? ¿Existen programas sobre ello en ámbitos nacional y diocesano? ¿Cómo se anuncia a separados y divorciados vueltos a casar la misericordia de Dios y cómo se concreta el sostén de la Iglesia en su camino de fe?
Desde luego en mi diócesis no existe tal pastoral. Como en alguna otra respuesta anterior ya reseñé, lo que se dan son actuaciones individuales de determinados sacerdotes, religiosos/as y algunos laicos de acompañamiento, acogida y escucha a estas personas, pero que no responde a una acción conjunta ni mucho menos de integración en una actividad pastoral.

SOBRE LAS UNIONES DE PERSONAS DEL MISMO SEXO
22.- ¿Existe en vuestro país una ley civil que reconozca las uniones de personas del mismo sexo equiparadas de alguna manera al matrimonio?
Desde el año 2005
23.- ¿Cuál es la actitud de las Iglesias particulares y locales tanto frente al Estado Civil promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo, como frente a las personas implicadas en este tipo de unión?
Siendo moderado en la respuesta, diría que la actitud es mejorable. En España la Iglesia ha protagonizado episodios verdaderamente lamentables de pública manifestación contra el matrimonio de personas del mismo sexo, absolutamente politizados y alejados del Amor al prójimo del Mensaje de Jesús. Las convocatorias a las “familias cristianas” para celebrar la festividad de la Sagrada Familia en la plaza de Colón en Madrid, han retratado una Iglesia española de obispos intransigentes y de bases que reproducen miméticamente sus directrices, en lugar de trasladar la validez del mensaje del Evangelio para construir una sociedad mejor ENTRE TODOS.
24.- ¿Qué atención pastoral es posible tener hacia las personas que han elegido vivir según este tipo de uniones?
No sólo es posible, si no imprescindible tener la misma atención que se tiene para con cualquier bautizado, exactamente la misma. En esta cuestión, como en tantas otras, la Iglesia debería preceder a la sociedad, en cambio ha habido demasiadas declaraciones de obispos, con sus respectivos corifeos, considerando a los homosexuales como enfermos, desviados, por una interpretación rigorista de textos del Antiguo Testamento y de San Pablo. La inmensa mayoría de hombres y mujeres de nuestra sociedad, creyentes o no creyentes, no podemos hoy comprender esa obsesión, esa hostilidad.
25.- En el caso de uniones de personas del mismo sexo que haya adoptado niños, ¿cómo comportarse en vistas a la transmisión de la fe?
Una acotación inicial, al hilo también del tema de los niños. ¿Qué impide que la unión de personas del mismo sexo se llame “matrimonio”? ¿Acaso no se llaman “matrimonio” aquellas uniones heterosexuales que, conscientemente y sin mediar causas físicas, no van a tener hijos? Como creyente cristiano, o precisamente por ello, no tengo ningún impedimento en definir como matrimonio lo que a lo largo de estas preguntas ha sido reseñado como “uniones”. La Iglesia no debe dejar de proponer su modelo de familia cristiana como válido, respetable y bueno para el mundo de hoy, pero sin condenar a las penas del infierno otras realidades.
Respecto a lo que se plantea contestaría como en la pregunta anterior. Exactamente igual que con cualquier bautizado y ello redundaría en normalizar la presencia dentro de la Iglesia de personas homosexuales. Es el amor lo que nos hace humanos y divinos. Es el Amor lo que hace el Sacramento.

SOBRE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS EN EL SENO DE SITUACIONES MATRIMONIALES IRREGULARES
26.- ¿Cuál es en estos casos la proporción estimada de niños y adolescentes con relación a los niños nacidos y crecidos en familias regularmente constituidas?
27.- ¿Con qué actitud los padres se dirigen a la Iglesia? ¿Qué solicitan? ¿Solo los sacramentos o también la catequesis y la enseñanza en general de la religión?
28.- ¿De qué manera las Iglesias particulares se acercan a la necesidad de los padres de estos niños para ofrecer una educación cristiana a los propios hijos?
29.- ¿Cómo se desarrolla la práctica sacramental en estos casos: la preparación, administración del sacramento y el acompañamiento?
Este bloque de preguntas, la propia formulación del mismo, me sugiere una reflexión con la que doy por respondidas todas las preguntas. Creo que este lenguaje –regular, irregular- es totalmente desacertado, más aún es hiriente y puede llegar a causar mucho daño. Hace daño a un niño/a oír que ha nacido en el seno de un matrimonio o de una familia “irregular”. Y desde luego, hace daño a sus padres fueren los que fueren. No hace daño sentirse una excepción, sentirse diferente, lo que hace daño es ser censurado por ello. La Iglesia a la que quiero pertenecer no está para definir lo que es regular y lo que es irregular, sino para acompañar, animar, sostener a cada persona tal como es allí donde está. Creo que los sacramentos han de vivirse en el día a día y antes que preocuparnos por enseñar los preceptos, debemos ocuparnos en vivir con Amor y Misericordia.

SOBRE LA APERTURA DE LOS ESPOSOS A LA VIDA
30.- ¿Cuál es el conocimiento real que los cristianos tienen de la doctrina de la (encíclica) “Humanae Vitae” sobre la paternidad responsable? ¿Qué conciencia hay de la evaluación moral de los distintos métodos de regulación de los nacimientos? ¿Qué profundizaciones se podrían sugerir sobre ello desde el punto de vista pastoral?
Pablo VI promulgó la “Humanae Vitae” en 1968. 45 años parecen muchos para mantener en el tiempo una doctrina ya polémica en su tiempo y que realmente tanto hizo sufrir a la generación de nuestros padres, porque la visión eclesiástica sobre la paternidad responsable es, básicamente, la prohibición de cualquier uso de método anticonceptivo y  “tener todos los hijos que Dios quiera”. Hoy nadie la comprende y casi nadie la cumple entre los mismos católicos. Más aún, pocos sacerdotes se atreven a exponerla todavía. Ya no tiene sentido afirmar que la relación sexual haya de estar necesariamente abierta a la reproducción. Ya no tiene sentido seguir distinguiendo entre métodos naturales y artificiales y menos todavía condenar un método porque sea artificial.
31.- ¿La doctrina moral es aceptada? ¿Cuáles son los aspectos más problemáticos que hacen difícil su aceptación en la mayoría de las parejas?
Hacer doctrina sobre parejas sin tener en cuenta a las parejas supone tener un conjunto de normas saturadas de prohibiciones absurdas, planteadas por personas que jamás han tenido que afrontar estas cuestiones. Creo que el reto que la Iglesia tiene ante sí en lo que a doctrina moral se refiere está en asumir que en nuestros días asistimos a un cambio trascendental en todo lo que tiene que ver con la sexualidad y la reproducción: la relación sexual ha dejado de ser necesaria para la reproducción. Es un cambio tecnológico que trae consigo un cambio antropológico y que requiere un nuevo paradigma moral, porque la sexualidad y la vida siguen siendo tan sagradas como siempre y debemos cuidarlas y necesitamos que la palabra de la Iglesia sea luz, pero el criterio y las normas de la “Humanae Vitae” no ayudan a ello, más bien dificultan.
32.- ¿Qué métodos naturales se promueven de parte de las Iglesias particulares para ayudar a los cónyuges a poner en práctica la doctrina de la “Humanae Vitae”?
Insisto en el anacronismo de una doctrina que hoy ni se comprende ni se cumple.
33.- ¿Qué experiencia hay sobre esta cuestión en la praxis del sacramento de la penitencia y en la participación en la eucaristía?
Hay cuestiones que la Iglesia sigue considerando necesario escuchar en el confesionario, en lugar de hablar de ellas y afrontarlas con libertad y confianza. El uso de métodos anticonceptivos y las relaciones sexuales previas al matrimonio son dos de ellas, pues son puntos de fricción de la moral impuesta. No creo que deban formar parte de la praxis del sacramento de la penitencia, pues en tanto actos consentidos, deseados, responsables y acordes con la toma en consideración en conciencia de que cada uno, son una expresión de amor hacia la otra persona.
34.- ¿Qué contrastes se evidencian entre la doctrina de la Iglesia y la educación civil a este respecto?
La doctrina oficial de la Iglesia está muy por detrás.
35.- ¿Cómo promover una mentalidad mayormente abierta a la natalidad? ¿Cómo favorecer el aumento de los nacimientos?
Con una concepción en la que las relaciones sexuales sean una expresión de amor hacia la otra persona, dejando de considerar todo lo relacionado con el sexo como algo pecaminoso. Dándole al concepto de paternidad responsable su auténtica dimensión, poniéndola en relación con las circunstancias económicas y sociales adecuadas para que la natalidad sea un acto realmente responsable. Que la Iglesia sea altavoz en la denuncia de situaciones económicas, laborales, sociales injustas que impiden el desarrollo familiar en todos sus términos, porque el mantenimiento de esas situaciones injustas es más contrario al Evangelio que los “pecados de la carne”.

SOBRE LA RELACIÓN ENTRE LA FAMILIA Y LA PERSONA
36.- Jesucristo revela el misterio y la vocación del hombre: ¿la familia es un lugar privilegiado para que esto suceda?
Desde luego que sí. En cualquier situación familiar, en cualquier modelo de familia, en cualquier circunstancia personal Jesús sigue saliendo a nuestro encuentro.
37.- ¿Cuáles situaciones críticas de la familia en el mundo actual pueden constituir un obstáculo para el encuentro de la persona con Cristo?
Todas aquellas derivadas de encerrarnos en nosotros mismos, en nuestras ideas, en nuestras normas, en nuestros miedos y nuestras sombras, que es lo único que nos aleja del otro y de Dios.
39.- ¿En qué medida la crisis de fe que pueden sufrir las personas inciden en su vida familiar?
En la medida en que la fe forme parte de la vida da las personas. Somos seres sociales y como tal cualquier crisis de fe incide en nuestra realidad social y familiar.

OTROS DESAFÍOS Y PROPUESTAS
40.- ¿Existen otros desafíos y propuestas respecto a los temas tratados en este cuestionario, que sean consideradas como urgentes o útiles de parte de los destinatarios?
Reconozco no ser original en el uso del término, pero me parece tan necesario que no puedo dejar de remarcarlo. El mayor desafío es llegar a las “periferias” para que así la Iglesia sea más participativa, más acogedora y esté más pendiente de los sufrimientos y los anhelos humanos. Y que las respuestas que se den a este cuestionario, todas ellas, sean tenidas en cuenta y puedan ayudar a ello.

lunes, 18 de noviembre de 2013

LA ESTRELLA DE NICOLÁS

Nicolás y Mario son amigos, muy buenos amigos, íntimos amigos. Lo son desde que se conocieron en la guardería hace ya, ¡ni se sabe el tiempo!, porque cuando se vive con la intensidad con que Mario y Nicolás lo hacen el paso del tiempo no se mide por años, se cuenta por segundos y cada segundo, cada minuto de su vida, se multiplica por el infinito. No faltan momentos duros en su vida, que ambos saben afrontar reconfortándose mutuamente sin perder un ápice de esa intensidad que sólo alcanzan los que verdaderamente saben que tienen un amigo en el que apoyarse. Y este pasado fin de semana ha sido un momento duro, muy duro.


Las veces que hemos hecho el viaje hacia Pontevedra se cuentan por docenas. Pontevedra, Areas, Ferrol en ocasiones; en verano, en invierno, en Semana Santa, en Navidades; solos, con los niños. Daba igual, si no había un motivo para viajar nos lo inventábamos; y en estos últimos meses cualquier excusa era válida para compartir momentos que no olvidaremos. Nunca como el pasado viernes nos ha costado tanto iniciar el viaje de ida y nunca como hoy hemos vuelto tan vacíos en el viaje de vuelta. Nuestra AMIGA se ha ido para siempre. Es difícil expresar en un papel un sentimiento, y más este sentimiento de vacío. El viernes escribí en twitter que las lágrimas se secan cuando la que llora es el alma. Hace tiempo lo leí en algún lugar y me lo guardé en la memoria, porque tuve la certeza de que expresaba lo que iba a sentir en un momento que todos queríamos creer que no llegaría, pero que desgraciadamente sabíamos que llegaría. Y llegó. Pero estos tres últimos días hemos compartido con nuestro AMIGO tal aluvión de emociones y vivido junto a él tal entereza, tal demostración de AMOR, que me parece obsceno escribir sobre mis sentimientos. Tengo en la memoria un pequeño cuadro que tenemos en casa y del que más de una vez Marta nos dijo que le gustaba mucho. La  fotografía de un atardecer sobre el mar con unos versos de Neruda escritos sobre ella. Agua, Amor, Felicidad, ¡qué resumen tan perfecto de todo lo que nuestros AMIGOS compartieron!
Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte,
nacen y mueren muchas veces mientras viven,
tienen la eternidad de la naturaleza.




Mario y Nicolás tienen 5 años y mientras compartían otro momento más de sus vidas, Mario le ha dicho a su amigo que su mami se había muerto. Con la misma naturalidad, y casi sin dejar de jugar, Nicolás cogió por el hombre a Mario y le tranquilizó. “Mira, ¿ves aquella estrella que brilla allá en lo alto del cielo? Pues tu mami está allí con mi abuelo, que también se ha muerto hace poco. Y me dicen mis padres que desde allí me ve. Así que ahora tu mami también nos está viendo. Y siempre que vemos esa estrella sabemos que nos están mirando”. “Pues se lo tengo que contar a Noa y a Diego, porque ellos seguro que no lo saben”. Y con la tranquilidad que da tener un amigo que escucha y ayuda y la necesidad de compartir eso que sólo él sabe con sus hermanos, Mario siguió jugando. 

jueves, 31 de octubre de 2013

EVANGELIO, JUSTICIA Y DERECHOS SOCIALES

¡¡Qué envidia me producen los católicos madrileños y las entidades que en su diócesis pregonan abiertamente y sin tapujos las injusticias, contrarias a la Doctrina Social de la Iglesia, perpetradas por nuestros actuales gobernantes!!
¡¡Qué diferencia con el yermo en que se ha convertido esta Iglesia que peregrina EN Asturias!! Porque a fuerza de restar, de ponerse de perfil y de seguir el juego al todopoderoso cardenal, en los últimos años a los creyentes asturianos se nos han hurtado las señas DE identidad que desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia daban un sentido añadido a nuestra Fe. 
¡¡Pero algo habrá que hacer!! Algo tendremos que hacer todos aquellos que nos sentimos incómodos dentro del corsé de una Iglesia que repite y repite clichés ya caducos y da respuestas de ayer a preguntas de hoy. 

Como explicación de esa envidia que señalaba al principio, me permito copiar un resumen del Manifiesto EVANGELIO, JUSTICIA Y DERECHOS SOCIALES que 33 entidades católicas madrileñas presentaron ayer en Madrid. Hago mías todas y cada una de sus palabras y envidio, insisto en ello, una realidad eclesial en la que algo se mueve. No hace mucho era nuestra diócesis la punta de lanza social de la Iglesia en España, pero el trabajo bien hecho ha dado su fruto.

Resumen del manifiesto "Evangelio, Justicia y Derechos Sociales", Católicas/os de Madrid

Impulsados por el ejemplo que Jesús nos propone en la parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37) de no mirar hacia otro lado ante el dolor que nos rodea, un grupo de organizaciones de católicas y católicos de Madrid creemos que desde el Evangelio estamos llamados a luchar por la Justicia y los Derechos Sociales y que por ello, como parte de la Iglesia, nos animamos a "gritar", ante el silencio escandaloso de los que tienen más voz y son más escuchados, que esta situación de recorte y pérdida de derechos sociales no puede continuar porque es contraria a los deseos de Dios de garantizar la dignidad de la persona. Creemos que los evangelios nos muestran prácticas de Jesús en las que levanta enérgicamente su voz en defensa de los más desfavorecidos.
Empezamos por señalar que nos encontramos ante una crisis múltiple en un contexto global, lo que condiciona cualquier salida de la misma y considerar todos sus aspectos. Y constatamos la existencia de múltiples causas de índole técnica (intrínsecas al sistema capitalista), políticas (instauración del poder económico por encima del político) y éticas (negación de la primacía de la persona sobre las cosas). Creemos, con la DSI, que existen estructuras de pecado que condicionan nuestra vida y contra las que hay que luchar con todas nuestras fuerzas para la mayor gloria de Dios.
Vemos que las principales víctimas de esta situación son los menos culpables de ella. Las "soluciones" que se han ido imponiendo han avanzado más en la privatización de los beneficios y la socialización de las pérdidas, empobreciendo a través de los recortes sociales a los desfavorecidos e instaurando una cultura del miedo que trata de desarmar a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
Ante los nuevos empobrecidos renovamos la opción preferencial por los pobres. Constatamos que la pobreza crece alcanzando a muchos que antes de la crisis vivían dignamente. Además de sentirnos exigidos a cambiar nuestro estilo de vida, ésta opción nos impide callar y permanecer quietos ante la situación.
La fractura del estado de bienestar y con ella la quiebra de la protección de los derechos humanos (sanidad, educación, servicios sociales y dependencia, justicia, pensiones, etc.), la pérdida de garantías laborales, el acceso a la vivienda o la explotación del trabajador que significa la economía sumergida, la política fiscal regresiva y no redistributiva, traen consigo un empeoramiento de la situación para todo el mundo y en especial para los más débiles de la sociedad.
El debilitamiento de los servicios públicos sólo puede dar como frutos el ahondamiento y el aumento de la exclusión social. En palabras del Papa Francisco: "Es una crisis en la que el hombre es quien sufre las consecuencias de esa inestabilidad. Hoy día está en peligro el hombre, la persona humana".
Nos parece muy urgente que la Iglesia, a través de sus Medios de Comunicación Social, anuncie y defienda con claridad y sin fisuras la Doctrina Social de la Iglesia, y que exprese claramente su Opción por los Pobres, que en nuestro tiempo toma forma concreta en la defensa de los servicios sociales y del Estado del Bienestar, sin ambigüedades ni "medias tintas". Nos duele que muchas veces medios de comunicación vinculados a la Iglesia ofrezcan un mensaje no acorde con los principios y opciones de la DSI, incluso en ocasiones claramente en contra.
Creemos que todos debemos contribuir al Bien Común y que, guardando el principio de subsidiariedad, la solidaridad es un fundamento que queda mejor preservada en el ámbito del Estado de Bienestar mediante los servicios públicos. Por ello nos manifestamos en contra de todo el proceso privatizador, especialmente en los ámbitos de la sanidad, la educación, las pensiones y la vivienda. Nos unimos desde aquí a aquellas plataformas que honrada y justamente demandan soluciones a los problemas y situaciones escandalosas que se han producidos.
Finalmente hacemos un llamamiento a todas las católicas y católicos de Madrid para que trabajemos con todas las personas de buena voluntad que desde diversas opciones y visiones, mostremos nuestra indignación y pidamos el cambio de rumbo necesario para hacer realidad el respeto y crecimiento de la dignidad de las personas en Madrid.
Lista de entidades firmantes
1. Acción Cultural Cristiana (ACC)
2. Apostólicas del Corazón de Jesús
3. Asociación Puente de Esperanza Madrid
4. COMU de P. Santa María del Buen Aire
5. Comunidad Cristiana de Base Sto. Tomás de Aquino
6. Cristianos de la Parroquia de Santa Bibiana
7. EPPO´s de Madrid
8. Foro de Curas de Madrid
9. Foro de parados en acción
10. Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Madrid (Frater)
11. Hermanas Franciscanas del E.S. Comunidad de Vallecas
12. Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Madrid
13. Hermandades del Trabajo (HHT)
14. Hermanitas de Jesús de Foucauld
15. Hermanitas de la Asunción
16. I.S. Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote, Comunidad de la P. San Pablo
17. Institución Javeriana
18. Justicia y Paz de Madrid
19. Juventud Obrera Cristiana (JOC)
20. Parroquia de la Preciosísima Sangre
21. Parroquia de San Ambrosio
22. Parroquia de San Basilio
23. Parroquia de San Cosme y San Damián
24. Parroquia de San Eulogio
25. Parroquia de San Pablo
26. Parroquia de Santa Mª del Buen Aire
27. Parroquia de Santo Tomás de Villanueva
28. Profesores cristian@s de la educación pública
29. Red Interlavapiés
30. RR de la Compasión
31. RR de la Sagrada Familia de Burdeos
32. RR de la Compasión
33. RR de la Sagrada Familia de Burdeos

miércoles, 23 de octubre de 2013

ES NUESTRA HORA

NUESTRA HORA

Es tarde
pero es nuestra hora

Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer futuro

Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía

Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco

-Pedro Casaldáliga-


Frente a un contexto social desolador todos podemos hacer algo, por pequeño que sea. Desde nuestras debilidades y limitaciones, apropiándonos de nuestras sombras, levantándonos, ES NUESTRA HORA.

jueves, 9 de mayo de 2013

HUELGA EN LA ENSEÑANZA PÚBLICA

Hoy día 9 de mayo mis dos hijos de 17 y 12 años, estudiantes de 2º de Bachillerato y de 1º ESO respectivamente, se han quedado en casa y no han ido a clase. Han secundado la huelga convocada en la enseñanza pública. Yo también estoy en casa, pero trabajando. Y estoy trabajando desde casa porque, merced a ciertas condiciones históricas que veo muy complicado que mejoren, soy desde hace unos meses eso que los más rancios defensores del neoliberalismo económico llaman "emprendedor", bendito palabro. Yo más bien me considero un “superviviente”. Vamos, que para seguir viviendo de algo no me ha quedado otro remedio que hacerme autónomo y buscarme las habichuelas aquí y allá. Eso me permite trabajar algunas veces desde casa y también hacer alguna parada para, por ejemplo, escribir esta entrada al blog. También me permite, desde luego, dedicar tiempo a hacer las camas, calentar la comida o poner la lavadora, aunque esto último lo llevo peor porque la mayoría de las veces se me olvida encenderla (debe de ser por el ruido que hace que ya va siendo vieja y deberíamos cambiarla, pero este año 2013 hemos decidido recortar la partida presupuestaria dedicada a la renovación de electrodomésticos, lo que viene a ser la I+D+I doméstica). A lo que voy, mis hijos hoy han hecho huelga.

No voy a ocultar la parte de responsabilidad que tengo en ello. Ambos son menores y ambos no han ido hoy a clase porque su padre y su madre apoyamos la convocatoria de huelga. Lo que ya no tengo tan claro es que las razones que tenemos para secundar la huelga general convocada en la enseñanza coincidan con las suyas, ni siquiera con las razones de algunos de los convocantes.

Creo que la reforma educativa que ahora se plantea hay que analizarla dentro del conjunto de reformas que está llevando a cabo este gobierno. Forma parte del ajuste presupuestario y es indisociable del proyecto de modificación del sistema productivo que el gobierno está perpetrando, porque tiene el objetivo de lograr un reequilibrio entre la formación universitaria y la formación profesional. El problema es cómo y a qué precio.

Tengo la certeza de que la enseñanza pública es la que mejor puede corregir las desigualdades sociales, por lo que intentar introducir la lógica del mercado hasta el núcleo profundo del sistema educativo no parece el camino más razonable. En definitiva eso es lo que la LOMCE esconde subliminalmente. Quien se haya parado a echarle un vistazo observará, por ejemplo, que se introduce el llamado espíritu emprendedor como criterio a valorar en el alumnado.

Una de las consecuencias del discurso político con que el neoliberalismo conceptualiza sus valores, es la carga peyorativa con que se definen aquellos otros que no son considerados como tales. Bajo ese prisma pudiera ser que el aumento del paro se quiera enmascarar vendiéndonos lo positivo que es que las personas quieran ser emprendedoras y dejen de ser trabajadoras. Esa lógica llevaría a valorar al emprendedor como alguien con iniciativa, activo, con capacidades para salir adelante, mientras el trabajador sería un tipo vago, conformista y sin capacidades para mejorar. Sabemos que en tiempos de crisis más o menos profundas, y ésta que estamos viviendo es abisal, la sociedad acepta lógicas que, a fuerza de extenderse en el tiempo, parecen verdades absolutas y se agarra a ellas como a clavos ardiendo, porque cree que pueden suponer el final de su sufrimiento.

Ciertamente España tiene un problema con su sistema educativo. Desde que se promulgó la LODE los distintos gobiernos han ido alumbrando leyes que reordenasen la enseñanza, pero ninguno ha sido capaz de estructurar un modelo educativo válido y permanente. Y así estamos. La excelencia educativa del plan Bolonia y la equiparación con otros países europeos en el modelo de formación profesional son los dos factores clave a partir de los que este gobierno marca sus objetivos educativos. Tengo mis dudas respecto a ambos y aquí está la causa principal de mi oposición a la reforma educativa planteada. Por un lado, Bolonia ha introducido la “patita neoliberal” en la universidad, convirtiéndola en una empresa y olvidando su papel de formar ciudadanos civilizados. Cuando todo se supedita al mercado las relaciones sociales se pervierten hasta dejar de producir seres humanos para pasar a establecer mecánicamente una única diferencia entre productores y consumidores. Por otro lado, para que en España funcione un modelo educativo en el que la formación práctica suponga el 70% del mismo, hay que hacer recaer la carga de la prueba en la tercera pata que lo debería sustentar, el empresariado. En Alemania, por ejemplo, los empresarios no solo están obligados a acoger a todos los alumnos de FP en prácticas, sino que además les pagan a fin de mes. Dudo mucho que una clase empresarial como la de este país, tan partidaria por otro lado de la reforma laboral, sea capaz de arrimar el hombro en una reforma real y sin maquillajes del sistema educativo. Y es que en España, no nos engañemos, al contrario que en el resto de la OCDE, saber más no se paga mejor.

Siempre comento que un siglo en el que me hubiera gustado vivir es el XIX (por el romanticismo supongo, aunque tendré que dedicar otra entrada a esto). Ese empeño en orientar el sistema de enseñanza hacia el desarrollo tecnológico y profesional, me retrotrae a la discusión que, precisamente a finales del siglo XIX, y precisamente en Alemania, caldeó el ambiente de sus universidades, sobre cómo ser civilizado y útil a la vez. La polémica por equiparar a los titulados de estudios politécnicos con los licenciados de las facultades que habían engrandecido el genio nacional en la literatura, la música, el arte o la ciencia, llegó hasta el propio Kaiser Guillermo II. “Yo no quiero escuelas que produzcan ciudadanos griegos o ciudadanos romanos, quiero escuelas que produzcan eficientes ciudadanos alemanes”, fue su sentencia. El despegue científico y económico que registró Alemania se atribuyó al tipo de escuela del que se había dotado, cuyo modelo había sido clave para incrementar la productividad de las empresas. Sin embargo, apenas unas décadas más tarde el pueblo mejor educado de Europa sucumbió al nazismo.

viernes, 26 de abril de 2013

NECESIDAD DE UN CAMBIO DE MODELO SOCIAL

Es opinión comúnmente publicada que uno de los males causantes del declive de la economía española es la baja productividad y competitividad de nuestro sistema productivo, cuyas alarmantes consecuencias se reflejarían en los datos recientemente publicados de la EPA. Somos un país con más del 27% de su población activa en el paro.

El actual partido en el gobierno hizo de la lucha contra el paro el centro de la campaña electoral que lo acabó aupando al poder con mayoría absoluta. Convenientemente apoyado en la prensa amiga, que dedicó portadas con amplio despliegue tipográfico en el momento en el que España aún no llegaba a los 5 millones de parados, el hoy presidente del gobierno no dudó en fotografiarse ante una oficina del INEM con una larga cola de personas en su exterior. La reforma laboral que el gobierno auspició nada más llegar al poder era la receta mágica que haría descender el paro en España. Eso se nos vendió a los españoles, una reforma laboral que crearía empleo. Creo que la mayoría de ciudadanos compró la idea, o por lo menos no la rechazó, aún siendo conscientes de que esa reforma traía consigo, por lo menos, dos efectos añadidos como eran la bajada de salarios y la precarización de las relaciones laborales, que suponían una merma en los derechos de los trabajadores. La promesa de la creación de empleo asentó en el subconsciente del ciudadano medio la necesidad de asumir el mal menor como única solución.

Pero la realidad es tozuda y España ha superado con creces los 6 millones de parados y su población activa alcanza unos niveles de paro difícilmente asumibles por nadie, por mucho que se ponga énfasis en que el ritmo de destrucción de empleo ha decrecido con relación al primer trimestre del año anterior. Esa misma realidad es la que nos da cuenta de para qué ha servido realmente la reforma laboral que se nos vendió como la pócima mágica que solucionaría el problema del desempleo. Los ERES han pasado de ser operaciones con normativa jurídica para dar viabilidad a una empresa, a meros instrumentos para ajustar plantilla y aumentar márgenes que han puesto en la calle a miles de trabajadores. La flexibilidad laboral, que en la práctica ya se producía en la negociación de los diferentes convenios en las empresas, se ha convertido en una desregulación total de las relaciones laborales en las que una parte esgrime con total impunidad y amparo legal el chantaje del cierre empresarial, cuando lo único que busca es el ajuste para mejorar su margen de beneficios. Y todo ello en un contexto en el que las únicas preocupaciones del gobierno han sido la estabilización del sistema financiero a cualquier precio y la mejora de la fiscalidad empresarial, sin atender a las necesidades del capital humano.

Se hace necesario un nuevo modelo productivo que esté centrado en el trabajador. Un modelo que no haga recaer exclusivamente en los costes laborales la repercusión de la reducción de precios, si no que también lo haga sobre los beneficios. Porque, por ejemplo, resulta moralmente indecente que una empresa anuncie despidos y cierres de centros de trabajo en la misma asamblea general en la que anuncia el mayor beneficio de su historia. Un modelo con una política fiscal recaudatoria en la empresa con mayor gravamen para las menos competitivas y productivas y que solo permita márgenes para crecer. Y si para ello las empresas se ven obligadas a concentrarse, hasta alcanzar una media de número de trabajadores por empresa más acorde con la media europea, quizá así desaparezcan los michelines de grasa de la clase empresarial que son los muchos profesionales de la subvención. Un modelo, en fin, que haga de la necesidad de mejorar en competitividad y productividad la obligación de invertir en el capital humano como mejor garantía de crecimiento.

Y ese nuevo modelo productivo debería ser una más de las herramientas necesarias para recuperar un modelo de sociedad que garantice el acceso universal a los servicios básicos a todos los ciudadanos, empezando por los más desfavorecidos, porque la actual política de recortes no hace sino ensanchar la brecha entre ricos y pobres y promover la desigualdad. La tarea es ardua porque la destrucción ha sido devastadora en estos últimos meses. No podemos, no debemos, permitirnos el lujo de dejar a las generaciones venideras la herencia de una lucha entre ser clientes o usuarios de unos servicios públicos que tanto esfuerzo ha costado conseguir. En esa dialéctica está en juego nuestro futuro como sociedad.