La peor actitud es la indiferencia, decir “paso de todo, ya me las apaño”. Si os comportáis así, perdéis uno de los componentes esenciales que forman al hombre. Uno de los componentes indispensables: la facultad de indignación y el compromiso que la sigue.(Stéphane Hessel)
Hace unos meses que leí la edición española del libro de Stéphane Hessel ¡Indignaos! y estos días, coincidiendo con las movilizaciones de los movimiento Democracia Real Ya y No Les Votes, he vuelto sobre él. Sospecho que Hessel ni esperaba que en España surgiese algo así, ni pienso que una vez surgido intente siquiera atribuirse la mínima parte de su paternidad. Sin embargo encuentro una clara referencia al libro en el hecho mismo de que los concentrados en las distintas ciudades españolas se autodefinen como “indignados”. Ciertamente estas concentraciones han cogido con el pie cambiado a las formaciones políticas. A todas, aunque las reacciones han sido diferentes y mientras hay quienes intentan pescar en río revuelto y aglutinar el descontento, otros optan por lo mismo de los últimos cuatro años, ponerse de perfil y esperar que escampe. Cuando hemos pasado cuatro años oyendo cómo se apelaba al espíritu crítico y la reacción de la juventud, de los parados, de los que tienen un empleo precario, de todo quisqui en definitiva, para protestar por su situación, una vez que ésta se produce no se puede descalificar sin más y poner todo el énfasis en la crítica por el lugar elegido para concentrarse. Cuando se han dado giros de 180º en las políticas que te han llevado al gobierno, no se puede pretender encauzar el descontento como si no hubiese una relación causa/efecto entre una forma de gobernar a bandazos y la situación en la que nos encontramos.
Más que la literalidad de las reivindicaciones me atrae la metáfora que supone el movimiento en sí, las concentraciones de gente tomando la iniciativa. Porque es la metáfora de un descontento generalizado con una clase política que no ha tenido capacidad suficiente para que nos sintamos representados por ellos. Parte de las reivindicaciones del manifiesto del movimiento 15-M hace tiempo que vienen siendo reclamadas desde distintos ámbitos. Las listas abiertas, el control sobre los salarios de los banqueros, son cuestiones que no ponen fuera del sistema a quien las reivindica si no que ayudarían a perfeccionar el propio sistema. Creo que es urgente despolitizar todos los ámbitos de la sociedad civil, porque desgraciadamente hasta las asociaciones de vecinos de nuestros pueblos y ciudades acaban convirtiéndose en escenarios de lucha política partidista. Éste ha sido el gran error de los partidos políticos mayoritarios, haber politizado absolutamente todo hasta el límite de convertir la democracia en partitocracia. Los partidos políticos son parte necesaria de la democracia, pero no son la parte imprescindible ni tienen la exclusiva de la misma. Me atrevería a decir que deberían ser la parte menos importante, porque la democracia es la expresión libre de las opiniones y deseos de los ciudadanos en el desarrollo de sus derechos y libertades y en la asunción de sus responsabilidades. Los partidos políticos deberían ser meramente el cauce de representatividad de esos anhelos en función de la ideología de cada cual. Desgraciadamente han pretendido convertirse en elementos imprescindibles, no como consecuencia de un trabajo de representación bien hecho, si no a costa de influir en todas y cada una de los ámbitos de la ciudadanía. A mi juicio los partidos son necesarios dentro del sistema democrático, porque jugar a dejarlos fuera de la vida pública puede acabar dando lugar al florecimiento de un tipo de caudillajes populistas que dinamiten, estos sí, el sistema en su propio beneficio. Este es el reto de los partidos políticos a partir de ahora, volver a conseguir que todos los consideremos necesarios. Desgraciadamente, ahora mismo la percepción que existe es que nuestra democracia representativa sólo nos ofrece votar cada cuatro años a unos señores que previamente otros han seleccionado sin contar con nosotros.
Me encanta la foto que abre tu blog.
ResponderEliminarMe alegro que te guste la foto. Forma parte de mis recuerdos de infancia.
ResponderEliminarSi además, el contenido del blog te resulta interesante, estupendo.